¿Por qué este Máster?
En la declaración sobre la atención médica al final de la vida de la Organización Médica Colegial de España, se recoge la existencia de una demanda social -motivada entre otras causas por el envejecimiento de la población-, la necesidad de procurar una mejor calidad de vida al enfermo al final de la vida así como el reto de formar a los profesionales en cuidados paliativos. Se indica que: «Todas las personas tienen derecho a una asistencia sanitaria de calidad, científica y humana. Por tanto, recibir una adecuada atención médica al final de la vida no debe considerarse un privilegio, sino un auténtico derecho.»
Y se finaliza el documento con el siguiente texto:
«Los cuidados que un pueblo presta a sus ciudadanos más frágiles es un exponente de su grado de civilización. En este esfuerzo colectivo, los médicos, fieles a nuestra mejor tradición humanística y humanitaria, siempre deberemos estar comprometidos.»
Mejorar los conocimientos y habilidades en la atención del paciente con enfermedad crónica avanzada y necesidades paliativas, entrenando al profesional en la detección de las necesidades no solo físicas, sino emocionales, espirituales, sociales y familiares del paciente, y de su familia, con un abordaje centrado en los valores y preferencias del paciente gracias a la elaboración de una adecuada planificación de decisiones anticipadas.
- Clases magistrales con exposiciones teóricas.
- Discusión de casos clínicos con la participación interactiva del alumno.
- Utilización de roll-playing, videos y actividades voluntarias de metodología vivencial.
- Prácticas en equipos de Cuidados Paliativos hospitalarios y domiciliarios.
- El master “PACIENTE CON ENFERMEDAD CRÓNICA AVANZADA Y NECESIDADES PALIATIVAS” es un título propio de la Universidad Complutense de Madrid, con 90 créditos ECTS.
- Para obtener dicho “Título” así como los créditos otorgados, el alumno deberá cumplir con los siguientes requisitos:
- Asistencia al menos al 80% de las clases teóricas y prácticas.
- Superar favorablemente las diferentes evaluaciones que se realizarán a lo largo del curso.
- Elaboración, presentación y defensa del Trabajo Fin de Master, según la normativa de Titulaciones Propias de la UCM.
Duración:
La duración del Máster será de un año lectivo.
Fechas y horario:
El Máster se realizará de Octubre 2023 a Junio 2024.
Las clases se impartirán jueves y viernes de 16:00h a 21:00h y sábados de 9:00h a 13:00h (consultar las fechas programadas en el cronograma).
Las clases se impartirán de forma virtual sincrónica (a tiempo real) los jueves y viernes. Las clases de los sábados serán grabadas pudiendo consultarse a lo largo de los 7 días posteriores.
Prácticas presenciales.
Dirigido a:
Licenciados en Medicina con interés en la profundización en los conocimientos y habilidades en la atención a los pacientes con enfermedad crónica avanzada y necesidades paliativas.
Información:
Srta Ana – Tel: 917043178 – Email: geriat.hcsc@salud.madrid.org
Preinscripción:
Precio y formas de pago:
Matricula completa: 3.500 euros.
Se puede optar por fraccionar en pago en 4 plazos.
Síntesis
Los cuidados paliativos recuperan la forma más profunda de comprender y atender al paciente con enfermedad avanzada que late en la medicina. Son respuestas al descontento de los profesionales y de la sociedad que estaban ignorando necesidades claves de alivio del sufrimiento para el enfermo avanzado e incurable y para su familia. Necesidades que habían quedado escondidas quizá detrás de la búsqueda de progreso científico y de los avances técnicos que la medicina ha experimentado en el Siglo XX.
Tanto la Organización Mundial de la Salud como la Unión Europea exigen el derecho al acceso a unos cuidados paliativos de calidad, gratuitos y universales. En nuestro país, desde 2006, con la inclusión de los contenidos mínimos exigibles en cuidados paliativos en la Cartera de Servicios Comunes del Ministerio de Sanidad, los ciudadanos españoles tienen derecho a recibir una atención paliativa al final de su vida. Sin embargo, en torno al 50% de la población con enfermedades crónicas avanzadas que necesita cuidados paliativos no recibe esta prestación.
Por otra parte, si hay un entorno de sufrimiento al final de la vida, los ciudadanos pedirán la eutanasia o el suicidio asistido, pero no para morir sino para dejar de sufrir. Cuando se pregunta a la gente en nuestro país si quiere una muerte digna, piensan en la eutanasia y en el suicidio asistido. Las estadísticas actualmente disponibles en Holanda, primer país en despenalizar la práctica de la eutanasia, plantea la respuesta alternativa que ofrece la Medicina Paliativa. No hay forma más digna de morir con todas tus necesidades físicas, emocionales, sociales y familiares cubiertas, en tu casa, en tu cama y rodeado de tus seres más queridos. Pero, para que esa dignidad llegue a cada una de las 250.000 personas que cada año precisan cuidados paliativos en España y a los 500.000 cuidadores que están involucrados en esa atención, no solo falta una mayor inversión que se verá recuperada con creces a medio y largo plazo, sino también necesitamos disponer de profesionales bien formados. Tras comparar los métodos que estiman la población que necesitará cuidados paliativos desarrollados en Gran Bretaña, Australia y España, todos coinciden en que en los países desarrollados, entre un 69 y un 82% de los fallecidos, necesitarán dicha atención. El 90% de los pacientes que fallecen por cáncer necesitarán al menos, una valoración por equipos de CP específicos y un 70% necesitarán seguimiento por dichos equipos. En el caso de pacientes que fallecen por enfermedad crónica avanzada no oncológica, los porcentajes disminuyen a 50 y 30 % respectivamente.
La Oncología es la especialidad que más cuidados paliativos recoge entre sus obligaciones diarias. Sin embargo, otro tipo de pacientes quedan en el olvido para el sistema sanitario a la hora de aliviar sus síntomas físicos, emocionales y espirituales, como son los pacientes con insuficiencia de órgano. Tenemos que esforzarnos, ante este tipo de pacientes, para evitar pruebas diagnósticas y tratamientos fútiles, que no mejoran el pronóstico de los enfermos y no les aportan ningún beneficio a su calidad de vida.
La prevalencia de pacientes con enfermedad crónica avanzada y necesidades paliativas en nuestro país es del 1.5% en la población general, aumentando al 11% en pacientes mayores de 65 años. La mayoría de ellos se encuentran viviendo en su domicilio (66%) y en residencias de mayores (19%), un 5% de los pacientes ingresados en Hospitales de agudos y un 7% en Hospitales de media-larga estancia. En un estudio realizado en nuestro país, donde se detectaban los pacientes con enfermedad crónica avanzada y necesidades paliativas, del 100% de los pacientes, los profesionales tanto en atención primaria como en especializada solo detectaron al 15% de los pacientes como pacientes con necesidades paliativas, lo que demuestra la falta de formación y entrenamiento en materia de atención paliativa. En la actualidad existe por tanto un grave problema de infra diagnóstico, probablemente facilitado también por la falta de formación en cuidados paliativos en el pregrado, ello lleva consigo un incremento en el gasto sanitario, sin que vaya acompañado de una mejora en la calidad de vida de los pacientes.
Por otra parte, la mayoría de los pacientes prefieren ser cuidados y fallecer en sus domicilios. Sin embargo, más del 50% de los pacientes con enfermedad crónica avanzada fallecen en los hospitales en contra de sus deseos y sólo un tercio o menos, fallecen en su domicilio.
En los pacientes oncológicos la mediana de días de hospitalización en los dos últimos meses de vida es de 20. El mayor porcentaje de fallecimientos en el hospital y el mayor número de días de hospitalización al final de la vida, supone como hemos dicho anteriormente, un incremento importante del gasto sanitario sin conllevar una mejora de la calidad de vida de los pacientes y familiares.
En los últimos años el gasto sanitario ha aumentado exponencialmente. El 20% de los pacientes gastan el 80% del total de presupuesto en salud en nuestro país. La mayoría del gasto se produce en los últimos meses de vida.
Además, en los pacientes al final de la vida, la ausencia de un seguimiento domiciliario conlleva un mayor número de visitas a los servicios de urgencias, un mayor número de ingresos hospitalarios, una mayor duración de los mismos y un mayor número de fallecimientos en el hospital. Una reciente Revisión Cochrane, afirmó que cuando los pacientes con enfermedades crónicas avanzadas y necesidades paliativas, eran atendidos por unidades de cuidados paliativos a domicilio, se incrementaba la probabilidad de fallecer en casa (odds ratio (OR) 2.21, IC ( 1.31-3.71) 95%, p< 0.003 y obtenían un NNT:5, IC (3-14), 95%, lo que exige una adecuada formación de los profesionales que los atienden.
En la mayoría de los países de Europa se espera un incremento en el número de fallecimientos del 17 al 20% en 2030 y una disminución en el número de fallecimientos en domicilio de hasta el 42%. Si se cumplen estos pronósticos, menos de una de cada diez personas fallecerán en su propio domicilio y debería haber un incremento del 20% en el número de camas hospitalarias para hacer frente a los ingresos de pacientes al final de la vida. Si queremos hacer frente al incremento de fallecimientos y a la tendencia de un mayor número de ingresos, habría que potenciar la atención domiciliaria y entrenar no solo a los médicos de atención primaria, sino a todas las especialidades generalistas, geriatras, internistas y también oncólogos, hematólogos… que permitan detectar de una manera precoz al paciente con enfermedad crónica avanzada y necesidades paliativas, y poder realizar una planificación anticipada del final de la vida según los valores y preferencias de cada paciente. Solo así, se conseguirá mejorar la calidad de vida del paciente, evitando pruebas diagnósticas e ingresos hospitalarios innecesarios y tratamientos desproporcionados a la situación individualizada de cada paciente.
Los cuidados paliativos afirman la vida y consideran la muerte como un proceso natural: ni la aceleran ni la retrasan. Se administran para mantener la mejor calidad de vida posible hasta la muerte. Los cuidados paliativos y por extensión los equipos de cuidados paliativos: proporcionan alivio al dolor y a otros síntomas; defienden la vida pero contemplan la muerte como un proceso natural; no intentan acelerar ni posponer el fallecimiento; incorporan los aspectos psicológico y espiritual en la atención al paciente; proporcionan un apoyo para ayudar a los pacientes a mantener hasta el fallecimiento, dentro de sus limitaciones, el mayor nivel de actividad; ofrecen su ayuda a la familia a lo largo del proceso de la enfermedad y, luego, en el duelo; trabajan en equipo para resolver el conjunto de necesidades del paciente y de sus familiares incluido, cuando es preciso, el apoyo en el duelo; no sólo pretenden mejorar la calidad de vida, sino que pueden influir también de manera positiva en el curso de la enfermedad; se pueden aplicar de manera temprana en la evolución de la enfermedad asociados a otros tratamientos como la quimioterapia y la radioterapia, dirigidos a prolongar la supervivencia, y abarcan también los estudios encaminados a comprender y a tratar de manera más adecuada las complicaciones que puedan afectar al paciente.